Saturday, February 18, 2006

el último telegrama


¡ay la vida! ese recuerdo
mal interpretado
,

pero si tan solo, si tan solo
la noche estuviera a mi lado
encontraría los cristales
alojados en mi abdomen
entre mis costillas
y los retratos

pero no ha quedado nada
solo una ventana por la que no quiero verme
y un solo ojo
por donde ansió se fugue el alma
para quitar el frío,
pero una pelea crucial con el otoño,
que le toca a todo manojo de huesos,

me llena de vida
y es ahí que la cobardía me hace su marioneta
me hace absurdo,

y continuo helado azul
arrojado sobre la mesa
en vigilia de un tiempo
que me vuelva verde descompuesto
o un fragmento de grillos
anunciando que hay una forma
de existir sin remitente.



05/02/06

1 comment:

e g f c said...

tener que
estar tirada sobre la mesa para beber leche caliente, leer estos derrames en que va y no viene la vida
¿el uno sin el otro?